Las redes
sociales han impactado de manera sobresaliente en el mundo de los negocios.
Entre las más utilizadas se encuentran: Facebook en el primer lugar seguido de
redes como Twitter, Youtube, Linkedin, Google +, Tumblr, Pinterest, Badoo, etc.
Actualmente,
más del 80% de usuarios de Facebook sigue a algunas de las marcas
favoritas a través de las páginas de empresas en la red social,
esto implica que esas empresas han recibido un Me Gusta por parte de la
audiencia, y dependiendo la campaña de marketing online o Social Media que en ellas se emprenda,
se podrá lograr una mayor o menor interacción con el público.
El uso de
estas redes sociales ya no es solo un canal de comunicación social, sino que
además han venido a contribuir con la mejora y el desarrollo de negocios, se
han convertido en una plataforma para que las empresas tengan un contacto más
frecuente con sus clientes, a la vez que interactúan mediante la creación de
contenido que pueda ser de interés para todos ellos.
Pero ¿Qué ha sucedido entonces con los Sitios
Web? ¿Será aun necesario que
las empresas desarrollen o rediseñen su sito web ó que los eliminen?
La respuesta
sin lugar a dudas es si deben existir. Ya que hay varias razones por las cuales
a pesar del éxito que tenga nuestra empresa en redes sociales es de vital
importancia que aun tenga en cuenta su sitio web.
Por ejemplo,
la ventaja de un sitio web es que en él, la empresa puede tener mayor control sobre el contenido y
publicaciones que ahí se realizan. Mientras que las redes sociales se
encuentran susceptibles a que alguno de sus seguidores publique contenido
que puede perjudicar en gran medida la reputación de la compañía, ya sea
mediante las publicaciones constantes sobre quejas o alguna difamación mal
intencionada. Además si un sitio web tiene alguna falla, la solución es mucho
más simple de encontrar a comparación de una red social, en un sitio web
bastara con hablar con los desarrolladores
del sitio para saber que está provocando ese problema, mientras que, si una red
social falla en alguna de sus funcionalidades, no existe ninguna persona que
pueda ayudarnos a identificar el problema.
El sitio web
siempre será de nuestra pertenencia,
nosotros decidimos que información podemos agregar y cual otra modificar o
eliminar, controlamos además el diseño de la página y hasta el posicionamiento
que deseamos tenga en Google.
Sin embargo no
se trata de ver cual opción nos conviene más, lo importante radicará siempre en
nuestras estrategias, si éstas no se encuentran bien planificadas y debidamente
enfocadas, probablemente tendremos muchos problemas tanto en redes sociales
como en las páginas web.
El beneficio
más grande de un sitio web, es que es el vínculo fuerte que respalda toda la información de tu empresa, mientras que
las redes sociales se encargan de dar una mayor difusión a dicha información.
La clave se encuentra en el equilibrio óptimo que se debe tener entre ambas herramientas,
pues la conjugación correcta de las mismas será un factor de éxito
notorio que contribuirá al crecimiento de la participación en el mercado de las
empresas.
En el
ámbito de las webs corporativas, podemos decir que siempre la
apuesta ha sido aportar contenido de calidad, lo que también puede hacerse en
las páginas de empresas en Facebook, sin embargo, el gran
desafío que debe sortear esta clase de opción es su falta de dinamismo. De
hecho, es su condición está tica lo que hace de esta alternativa, una impopular
opción en nuestros días, porque hasta el blog suele ser incluso un mejor camino
en tal caso.
Una
buena opción a adoptar por las webs corporativas, es integrar
en ellas todas las alternativas online que maneja la empresa, por ejemplo,
tener los apartados correspondientes a información de la compañía y productos
que comercializa, sumado a un espacio en el que se visualicen las publicaciones
en las redes sociales, en este caso, con la página de la empresa en
Facebook, con el enlace correspondiente para acceder fácilmente a
ella. Incluso se puede también incorporar el blog, si es que lo hubiera, como
una sección más dentro de la web.
El
camino en tal caso, sería no enfrentar las páginas de empresas en
Facebook vs. Webs corporativas, sino apostar a la integración de ambas
alternativas.
¿Por qué elegir entre una u otra opción si las
dos se pueden complementar a la perfección?